Vegano Caníbal devora sus propias reglas mientras proclama nuevos evangelios distorsionados.
Nacidos en las grietas del underground, cultivamos un punk-pop incómodo. Demasiado melódico para los puristas, excesivamente abrasivo para los conformistas. Nos alimentamos de la paradoja: letras cortantes envueltas en acordes luminosos, gritos catárticos sobre estructuras meticulosamente diseñadas.
No somos tributo ni nostalgia. No buscamos recuperar el pasado ni anticipar futuro alguno. Existimos en un presente continuo donde cada tema es ritual de autodestrucción controlada. Cada grabación, documento de un momento irrecuperable.
Vegano Caníbal devora sus propias reglas mientras proclama nuevos evangelios distorsionados.